Monumento al Campesino
En el corazón de Lanzarote, en un cruce de caminos entre San Bartolomé y Mozada, se erige una de las obras más emblemáticas del célebre César Manrique: La Escultura a la Fecundidad, junto con el espléndido conjunto arquitectónico de la Casa-Museo del Campesino.
La Escultura a la Fecundidad es el reconocimiento al arduo trabajo de los campesinos que, con dedicación y esfuerzo, han logrado superar las adversidades climáticas y cultivar la tierra en un lugar donde la lluvia es escasa, transformando y creando un paisaje agrícola singular.
Este complejo, que rinde homenaje a la arquitectura tradicional de la isla, se compone de diversas edificaciones que evocan los elementos más representativos de Lanzarote, tales como chimeneas, eras, aljibes, patios, bodegas y lagares, creando un entorno que respira la esencia de la cultura local. En su interior, se encuentran talleres dedicados a oficios como la artesanía y la agricultura, así como una colección de herramientas y objetos que rememoran épocas pasadas. Además, un restaurante deleita a los visitantes con la auténtica gastronomía canaria, sumergiéndolos en una experiencia culinaria única.
El Monumento al Campesino sigue la tradición de pintar las paredes de blanco y las puertas y ventanas de verde, mientras que el cuarto de aperos, un espacio que simboliza la conexión entre el hombre y la tierra, alberga una variedad de utensilios agrícolas. Los visitantes pueden admirar una rica colección de objetos que reflejan la cultura insular, complementada por una exposición que destaca la arquitectura popular a través de la obra “Arquitectura Inédita” (1974), que narra las prácticas agrícolas tradicionales de Lanzarote.
La majestuosa Escultura a la Fecundidad, con sus 15 metros de altura, se erige como un ícono de la isla, construida a partir de tanques de agua de antiguos barcos, marcando el centro geográfico de Lanzarote y simbolizando la fertilidad de su tierra.