La Graciosa
Al contemplar la majestuosa vista desde el Mirador del Río hacia la isla de La Graciosa, se despiertan en nosotros anhelos de explorar sus playas doradas, recorrer sus calles donde sus casas se asientan sobre el suave lienzo arenoso y disfrutar del mar turquesa que las abraza con delicadeza. Este rincón es un refugio para aquellos viajeros que valoran la conexión con la naturaleza, el sosiego y la belleza, así como el deleite del sol en playas casi desiertas.
La Graciosa se erige como uno de los pocos destinos en Europa donde el asfalto aún no ha dejado su huella, destacándose como la más serena de las Islas Canarias. – Con una extensión de 29 kilómetros cuadrados y una población que apenas supera los 700 habitantes, La Graciosa no es un destino para el turismo masivo, sino un paraíso donde se puede disfrutar de la libertad de andar descalzo.
Pasear por las tranquilas calles de arena de Caleta de Sebo, su principal núcleo habitado, es sumergirse en un universo donde el tiempo parece detenerse y las preocupaciones se desvanecen. La isla ofrece una red de senderos que invitan a perderse en la exuberante belleza de su naturaleza salvaje, ya sea a pie o en bicicleta, prometiendo experiencias inolvidables.
La oferta de alojamiento en La Graciosa es limitada, por lo que se recomienda realizar reservas anticipadas, especialmente durante épocas de alta demanda como el Carnaval, el verano, las Fiestas del Carmen (16 de julio), la Semana Santa y las vacaciones navideñas. En Caleta de Sebo se concentra la mayor parte de las opciones de hospedaje, que incluyen pensiones, casas de alquiler, apartamentos y una zona de camping equipada con duchas y baños.
Las actividades más solicitadas por los visitantes de La Graciosa incluyen rutas de senderismo y ciclismo, rutas en taxi-jeep. Para aquellos que disponen de un tiempo limitado, una experiencia inolvidable se encuentra en las excursiones en catamarán. Este tour de aproximadamente 10 horas incluye paradas en sus impresionantes playas, donde los visitantes pueden disfrutar de un refrescante baño y explorar los fascinantes fondos marinos que la rodean.