La Geria, Bodegas y Vinos de Lanzarote
Si siente pasión por la enología y anhela degustar los exquisitos vinos de la isla, le invitamos a explorar la ruta del vino en Lanzarote. Reconocida no solo por sus paisajes volcánicos y playas idílicas, esta isla es célebre en el ámbito internacional por su producción vinícola. El clima y el suelo únicos de Lanzarote otorgan a sus vinos un carácter distintivo, reflejando la esencia misma de la isla.
Lanzarote elabora vinos blancos, tintos y rosados, pero destaca especialmente la uva Malvasía volcánica, valorada por su equilibrio y calidad. Esta variedad produce un vino blanco aromático que puede ser dulce o seco, ofreciendo una experiencia sensorial inigualable. En un entorno subdesértico, marcado por los vientos saharianos y la geología volcánica, el cultivo de la vid exige ingenio y dedicación, convirtiendo a sus viñedos en verdaderas joyas de la viticultura española.
A pesar de la escasez de lluvias, la viticultura en Lanzarote es un verdadero milagro, resultado del esfuerzo incansable de los agricultores y la influencia benéfica de los vientos alisios que aportan humedad del Atlántico.
La excepcionalidad del cultivo de la vid en Lanzarote se debe a las particularidades del suelo, que han dado origen a dos métodos de cultivo distintivos: El sistema de hoyos, predominante en La Geria, crea un paisaje de inigualable belleza, donde los agricultores excavan hoyos en la capa de lapilli para alcanzar la tierra fértil, erigiendo muros semicirculares de piedra que resguardan las vides del viento. Sin embargo, no admite el uso de maquinaria, obligando a realizar las labores manualmente y limitando la densidad de plantación, lo que resulta en producciones reducidas pero de alta calidad . Por otro lado, el sistema de zanjas presenta muros lineales, lo que permite una mayor densidad de plantación.
Las parras, con una edad media de entre 30 y 50 años, se podan en rastra y la vendimia se lleva a cabo de manera tradicional, sin mecanización, con el máximo cuidado para asegurar la calidad de las uvas destinadas a la elaboración de vinos protegidos. Lanzarote alberga una rica variedad de viñas, destacando la malvasía volcánica entre las uvas blancas, y otras variedades que se cultivan en casi 2000 hectáreas y 7500 parcelas, incluyendo uvas blancas como la Malvasía y la Pedro Ximénez, así como uvas negras como la Burranegra y la Negramoll.
La diversidad de vinos es notable y de excepcional calidad. Los vinos blancos se dividen en seco, semi-seco y dulce, con una graduación alcohólica que oscila entre el 11,5% y el 12% Vol, elaborándose principalmente con la uva Malvasía. La uva Moscatel, por su parte, se destina mayormente a la producción de vinos dulces de licor, aunque algunas bodegas han innovado creando vinos dulces naturales. Los vinos rosados destacan por su frescura, afrutados y con un toque de acidez, elaborados principalmente con la uva Listán negra, alcanzando una graduación alcohólica de entre 12,5% y 13% Vol. En cuanto a los tintos, poseen una frescura notable y una graduación de 13% Vol, siendo predominantemente elaborados con Listán negro, aunque algunas bodegas incorporan la negramoll. Los vinos espumosos, elaborados con uva Malvasía, presentan una graduación de 11% Vol, mientras que el vino base espumoso se sitúa entre 10,5% y 12% Vol. La Denominación de Origen, establecida en 1993, es representada y promovida por el Consejo Regulador, cuya etiqueta en las botellas asegura la calidad y singularidad de estos vinos, caracterizados por su distintivo sabor volcánico mineral.
Bodegas de Lanzarote
Bodega Rubicón, una joya familiar con más de tres siglos de historia, destaca por sus vinos galardonados a nivel internacional, disponibles en Europa, América y Asia. Abierta al público todos los días, ofrece una experiencia completa con su tienda de vinos, museo y restaurante, todo en un entorno natural impresionante, rodeada de eucaliptos centenarios y con vistas al majestuoso Parque Nacional de Timanfaya. Además de su producción vinícola, brinda catas y una selección de regalos para los visitantes. Bodega La Geria, ubicada en el corazón de La Geria, ofrece una vista inigualable del Parque Nacional de Timanfaya. Fundada a finales del siglo XIX por la familia Rijo, ha sido administrada por sus actuales propietarios desde 1993. Con una capacidad de 450.000 litros, la bodega produce anualmente alrededor de 300.000 botellas, elaborando vinos jóvenes a partir de variedades como Malvasía Volcánica, Listán negro y Moscatel de Alejandría, cada uno con su distintivo carácter.
Los Bermejos es una encantadora bodega en la ruta del vino de Lanzarote, ubicada en la finca que lleva su nombre, al pie del volcán que honra a Juan Bello, uno de los fundadores. Aquí se elaboran vinos representativos de la isla, enriquecidos por el suelo volcánico y el clima templado, destacando variedades mono varietales como malvasía en sus diferentes estilos y coupages que incluyen tintos y rosados, todos buscando la máxima expresión de su terroir.
La Bodega Malpais de Maguez, con una rica tradición agrícola, lanzó en 2007 su vino «La Grieta», producido en modernas instalaciones. Con 15 hectáreas de viñedos en el norte de Lanzarote, muchos de ellos a más de 500 metros de altitud, se cultivan cepas de la vieja Europa que se adaptan perfectamente al entorno. Sus viñedos, en su mayoría centenarios, ofrecen bajos rendimientos y largas maduraciones, lo que realza la calidad de sus vinos, que fermentan y descansan al son de las olas del Atlántico antes de ser embotellados.
La Bodega La Querencia, de ambiente sereno, es otro destino en la ruta del vino de Lanzarote, situada en La Geria, cerca del Parque Natural de Timanfaya. Abierta de once a seis, ofrece a los visitantes la oportunidad de degustar tapas y disfrutar de los vinos de la bodega, todo ello con vistas impresionantes al paisaje volcánico que caracteriza a la isla.
La Bodega La Florida destaca por su caserío principal, un espléndido ejemplo de la arquitectura tradicional de Lanzarote, rodeado de un jardín impresionante que alberga un exuberante vergel de plantas autóctonas canarias y un majestuoso drago de 270 años, uno de los más antiguos de las Islas Canarias.
En el corazón de La Geria se encuentra Bodegas El Grifo, un emblema de la ruta del vino en Lanzarote, fundada en 1775 tras las erupciones volcánicas. Esta bodega, que ha estado produciendo vino de manera ininterrumpida desde finales del siglo XVIII, es una de las más antiguas de España, recolectando uvas a mano y generando anualmente medio millón de botellas con Denominación de Origen Lanzarote. Su visita es esencial para los aficionados al vino, que pueden disfrutar de una tienda con sus selectos caldos, así como de un museo y una biblioteca con más de 5.000 volúmenes dedicados a la enología.
Bodegas Guiguan representa la esencia de la tradición vitivinícola, conservando el legado de pequeñas bodegas familiares que nos acercan al conocimiento de las técnicas de cultivo de la viña y la elaboración del vino, un auténtico estilo de vida en la región.
Fundada en 1997, Bodegas Vega de Yuco es una empresa familiar situada en una tranquila colina de Masdache, donde predominan las parras de uva Malvasía Volcánica. En 2005, la creación de la marca Yaiza marcó un hito en su historia, con una distintiva botella azul que se ha convertido en el símbolo de la bodega.
Bodega Stratvs se encuentra en el Barranco del Obispo, donde se cultivan cepas de pie franco que superan los 150 años. Equipadas con tecnología de vanguardia, estas instalaciones permiten extraer la esencia de las uvas, dando lugar a vinos de renombre y carácter, como lo evidencian los numerosos galardones recibidos. Además, ofrece una sala para cursos y catas, una biblioteca especializada en el universo vinícola, restaurante y una tienda gourmet.
Consejo denominación de origen
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote fue establecido el 14 de diciembre de 1993, con la misión de certificar la procedencia y la calidad excepcional de los vinos isleños. Este proceso implica un meticuloso control que abarca desde la cosecha hasta el embotellado, incluyendo exhaustivos análisis tanto analíticos como organolépticos. De este modo, los vinos que cumplen con los estándares de calidad reciben una contraetiqueta numerada y un distintivo que los distingue ante el consumidor.