La Cueva de Los Verdes
Lanzarote es una isla que parece sacada de un cuento, donde la majestuosidad de sus paisajes volcánicos, la abrupta belleza de sus acantilados y la encantadora esencia de sus pueblos interiores te cautivan desde el primer momento. Sin embargo, lo que muchos no saben es que bajo su superficie se esconden maravillas naturales, como un extenso tubo volcánico que se extiende a lo largo de casi 8 kilómetros, formado por un laberinto de túneles y recovecos que albergan impresionantes bóvedas y lagunas subterráneas. Este fenómeno geológico se originó tras la erupción del Volcán de la Corona hace aproximadamente 20,000 años, y su sección submarina, conocida como el Túnel de la Atlántida, es considerada uno de los más significativos del mundo, siendo los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes parte integral de este sistema volcánico.
A lo largo de la historia, estas cuevas han servido como refugios para la humanidad, brindando seguridad y despertando un profundo interés por sus complejos pasajes. En Lanzarote, la Cueva de los Verdes es un claro ejemplo de esta fascinación ancestral. Ubicada en el municipio de Haría, en el Malpaís de La Corona, en la parte noreste de la isla, esta cueva destaca por sus características paisajísticas y vulcanológicas únicas. Su historia es igualmente intrigante, ya que en los siglos XVI y XVIII se utilizó como refugio contra los ataques de piratas berberiscos. En el siglo XIX, se convirtió en un destino imperdible para viajeros y científicos europeos, y en los años 60, el Cabildo de Lanzarote decidió transformar la cueva en un atractivo turístico, contratando a Jesús Soto para que realice esta labor. Hoy en día, sus vastos espacios incluyen un auditorio donde se celebran ocasionalmente conciertos de música clásica.
Al explorar la cueva, los visitantes se encuentran con un sorprendente efecto visual que juega con la percepción, ya que al entrar, se revela una inmensa cavidad que parece abrirse a un abismo vacío a sus pies. Este fenómeno es tan impactante que puede provocar una sensación de vértigo, haciendo que la experiencia sea aún más memorable. Sin duda, adentrarse en este «engaño» visual es una razón más que suficiente para visitar este fascinante lugar.